Medicamentos y alopecia: ¿Es cierto que algunos nos hacen padecerla?
¿Qué relación hay entre medicamentos y alopecia? Seguro que más de una vez has oído que existen ciertos medicamentos y tratamientos médico-farmacológicos que puede llegar a provocar la caída del cabello y desembocar en una Alopecia o calvicie común. ¿Cómo actúan estos medicamentos? ¿Qué hacen exactamente estos medicamentos para provocar la pérdida del pelo?
Atacan a aquellas zonas del cabello y cuero cabelludo que responsables de su crecimiento y desarrollo. Es decir, atacan directamente a los cabellos que están en la fase Anagen (lo que conocemos como la fase de crecimiento del pelo) y aceleran el paso a la fase Telogen (de reposo o inactividad del cabello). Esto es lo que se define como una caída por Elfuvio Telógeno Agudo, y que es muchos casos, si no se cuida, pasaría a un Efluvio Telógeno Crónico y esto SI provocaría la Alopecia.
Cuando estos medicamentos o fármacos alteran el ciclo normal de vida del cabello, es decir afectando a la fase Anágena (que son casi el 90% de los cabellos que cubren el cuero cabelludo), se produce una caída brusca y masiva de nuestro pelo. Esta caída brusca prolongada en el tiempo provoca una alopecia de aspecto difusa, es decir, una falta de densidad notable que hace ver el cuero cabelludo. Esto, lógicamente, afecta mucho a la autoestima de quien lo padece.
Entre los medicamentos que pueden provocan Efluvio Anágeno y/o Telógeno estarían:
Metales: como el talio (que se emplea en algunos países como pesticida y es muy tóxico), el mercurio y el plomo. La intoxicación por estos dos metales suele presentarse también con síntomas neurológicos.
Antitiroideos: como el tiouracilo o carbimazol (empleados en los tratamientos de las enfermedades de la glándula tiroides).
Anticoagulantes: como heparinas y cumarinas, que pueden provocar Efluvio Anágeno hasta en el 50 % de los pacientes tratados con estos fármacos.
Citostáticos o anticancerosos: la mayoría de los fármacos utilizados en los tratamientos contra el cáncer pueden provocar este tipo de alopecia. Hay ciertas técnicas (como la Hipotermia) que se basan en enfriar el cuero cabelludo antes de administrar el fármaco para que no llegue el medicamento hasta el folículo piloso. Hoy en día, aún no se ha llegado a un consenso entre los expertos sobre su eficacia, ya que algunos aseguran que al no llegar el medicamento a esa zona, no se conseguía una concentración suficiente del fármaco para acabar con las células cancerosas, provocando la aparición de metástasis del cáncer en el cuero cabelludo.
Vitamina A y sus derivados, que se usan en muchos tratamientos cutáneos.
Ácido bórico, prácticamente en desuso. Antes de solía encontrar en algunos productos para enjuagues bucales.
Fármacos para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson: Levodopa.
Antoconvulsionantes, como la carbamacepina.
Determinados tratamientos psiquiátricos para los que se emplea litio.
Algunos fármacos moduladores de la inmunidad, como interferón o ciclosporina.
Inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (enalapril)
Tratamientos de Oncología (Radioterapia y Quimioterapia).
Medicamentos y alopecia: por lo general, se trata de alopecias reversibles
Aparece en poco tiempo, de forma brusca, entre el séptimo y el trigésimo día tras el contacto con el fármaco. Pero la buena noticia es que, normalmente, el cabello se suele recuperar entre 1 y 4 meses después de abandonar o finalizar el tratamiento médico, cuando el cabello y los folículos recuperan su función con normalidad. Cierto es, que en un alto porcentaje de casos la raíz del cabello queda afectada tras el tratamiento y no es capaz de recuperar el ciclo normal de vida del cabello. Esto hará que sigamos notando una caída de cabello, que no si no es tan alarmante (efluvio), si es constante haciendo disminuir aún más nuestra densidad capilar. Es en estos casos donde se requiere de ciertos tratamientos capilares (como el Láser Capilar de Baja Potencia o los tratamientos médicos de Bioestimulación Capilar) para conseguir reactivar la función del cabello.
Medicamentos y alopecia. Como siempre, ante el más mínimo síntoma de que algo no marcha bien y tu pelo se cae más de lo habitual, nuestro consejo es acudir a tu clínica capilar, especialista, dermatólogo o tricólogo con el fin de detectar el problema lo antes posible y ponerle remedio. En muchos casos, con un tratamiento capilar adecuado y analizando todas las posibles causas del problema, recuperaremos el cabello a los pocos meses. Lo importante es dar con la causa que lo origina y encontrar la solución para no perder más cabello y sentirnos bien.